Investigaciones recientes llevadas a cabo en universidades y centros de investigación de todo el mundo han podido confirmar los hallazgos de nuestros ancestros e, incluso, ampliar el listado de sus bondades e indicaciones. Y así, hoy se considera que la plata coloidal:
Ya en 1914, la revista The Lancet publicó los resultados de un estudio llevado a cabo por el doctor Henry Crookes con plata coloidal que demostró que es altamente germicida e inofensiva para el cuerpo humano. En aquel artículo el investigador norteamericano afirmaba: «No conozco ningún microbio que no haya podido ser eliminado en laboratorio con plata coloidal en un lapso de 6 minutos. Sin efectos secundarios negativos aún utilizando las concentraciones más altas». Pues bien, recientes investigaciones realizadas en la Universidad de UCLA (California, Estados Unidos) confirman que bastan esos 6 minutos (a veces menos) desde el contacto con la plata coloidal para que el germen muera.
La plata coloidal funciona como un catalizador, ya que su sola presencia hace que muchos microorganismos causantes de enfermedades infecciosas no puedan respirar y mueran asfixiados. Y lo hace con unos ¡650 tipos diferentes de gérmenes!. Entre ellos, como demostró en 1988 el doctor Larry C. Ford (investigador de la Escuela de Medicina de la citada universidad californiana), streptococcus pyogenes, staphylococcus aureus, neisseria gonorrea, garnerella vaginalis, salmonella typhi y otros microbios patógenos entéricos, así como la candida albicans, la candida globata y la malassezia furfur, por citar sólo algunos. De ahí que el doctor Harry Margraf (bioquímico e investigador de la Universidad de Saint Louis en Estados Unidos, colaborador de la Universidad de Washington y pionero en la investigación de la plata) llegara a afirmar: «La plata coloidal es, sin duda, el mejor y más versátil combatiente de gérmenes que tenemos».
La plata coloidal no sólo elimina los virus, bacterias y demás gérmenes capaces de hacernos enfermar, sino que además fortalece nuestro sistema inmune y nos ayuda a prevenir numerosas dolencias, especialmente las de tipo infeccioso. Así lo afirmaba ya a finales de la
década de los 70 del siglo pasado el doctor Robert O. Becker -cirujano ortopédico investigador en Medicina durante más de 30 años y considerado uno de los padres de la Electromedicina y la Electroquímica así como uno de los pioneros en el resurgir de la plata en aplicaciones médicas- que constató una correlación entre los valores bajos de plata en el cuerpo y los estados de enfermedad y fue el primero en afirmar que «la deficiencia de plata es responsable del funcionamiento incorrecto del sistema inmune».
En 1978 Becker publicaría un estudio en el que se podía leer: «Gracias a la investigación de ‘mente abierta’ la plata coloidal está emergiendo como una maravilla de la medicina moderna. Un antibiótico puede matar quizás a una docena de organismos patógenos diversos pero la plata mata alrededor de 650 y sin que se generen mutaciones resistentes. Es más, además de acabar con los microorganismos causantes de decenas de enfermedades la plata coloidal estimula de forma notable el sistema de defensas del cuerpo humano». Y es que, como han corroborado investigaciones posteriores, tomada diariamente la plata coloidal proporciona, por su gran efectividad y por la rapidez con la que actúa, un verdadero «segundo sistema de defensas» que produce energía, vitalidad y vigor, reduce las toxinas del cuerpo (al aumentar el fluido y drenaje linfático lo que mejora la oxigenación, la regeneración de las células y el flujo de energía en el cuerpo), provoca una significativa elevación de glóbulos blancos en la sangre y genera una rápida sensación de alivio.
Además se ha constatado que no afecta a las bacterias benéficas del intestino grueso porque la plata coloidal -en dosis normales- se absorbe en los primeros metros del intestino delgado.
El doctor Bjorn Nordestrom -del Instituto Karolinska de Estocolmo (Suecia)- viene utilizando desde hace décadas la plata coloidal para el tratamiento del cáncer con resultados sorprendentes. De hecho ha publicado varios casos de rápida remisión en pacientes desahuciados. Peor suerte corrió el intento del ya citado doctor Becker que a principios de la década de los 80 del pasado siglo XX empezó a investigar la posible capacidad de la plata coloidal para inhibir la mutación de células cancerosas y dejó de inmediato de recibir subvenciones públicas hasta que, finalmente, se vio obligado a cerrar su laboratorio sin concluir sus investigaciones. Otros, como el doctor Gary Smith -pionero en la investigación del cáncer-, llegó a afirmar tras años de estudio que «cuando la plata está presente las células cancerosas son diferenciadas y el cuerpo restablecido.
De ahí que posiblemente una deficiencia de plata sea una de las muchas razones de que exista el cáncer y de que aumente tan rápidamente».
De hecho, se usa en las unidades de quemados de los principales hospitales por ser considerado como un potente antiséptico y un efectivo reparador de los tejidos. Y es que se ha contrastado que evita la infección, acelera el proceso de cicatrización y atenúa las cicatrices o marcas posteriores a las heridas o quemaduras.
A finales de los años 70 del siglo pasado el ya mencionado doctor Robert O. Becker descubrió, mientras estudiaba la capacidad de regeneración de los tejidos humanos, que la plata coloidal promueve el crecimiento del hueso. Y observó que además eliminaba las infecciones circundantes sin dañar los tejidos sanos y reducía en un 50% el tiempo de convalecencia en casos de fracturas.
La mitosis -normal división celular de los tejidos corpóreos- ocurre cuando se forman dos células idénticas, pero en presencia de la Plata Coloidal, algunas divisiones serán diferentes: se formará una célula gemela y una célula indiferenciada.
La célula indiferenciada es como una célula recién nacida que podrá volverse cualquier tipo de célula corpórea. Migrará naturalmente a aquella parte del cuerpo en que está presente un daño tisular, a modo de transformarse en una célula sustituta para aquel tipo de tejido –
yendo a incrementar la normal reparación celular en la zona golpeada y reduciendo consistentemente la formación de tejido cicatrizante.
Con sus colegas, Becker ha observado “una variedad de tipología de células de aspecto primitivo que parecieron completamente análogas a aquellas presentes en la médula de los niños. Estas células crecieron velozmente, produciendo una cantidad sorprendente y diferenciada de formas celulares primitivas, incluidas células completamente indiferenciadas y fibroblasteos redondeados.
Se ha comprobado que la plata coloidal favorece el crecimiento y la salud del feto y hace que el parto y la recuperación de la madre sean más fáciles y rápidos. A todo lo dicho hay que añadir que ayuda a aliviar la inflamación, mejora la digestión y es un reconstituyente general del organismo. De hecho, muchas personas que la toman a diario afirman sentirse más jóvenes. La explicación está, según los expertos, en que el cuerpo, gracias a las propiedades preventivas e inmunopotenciadoras de la plata coloidal, puede utilizar sus energías para otras tareas distintas a luchar constantemente contra la enfermedad.
En suma, la plata coloidal es una alternativa totalmente natural, segura, barata, eficaz y sin efectos secundarios; y además es efectiva contra las cepas microbianas que son resistentes a los antibióticos convencionales.