Numerosas universidades y prestigiosos científicos de distintos países estudiaron las cualidades y aplicaciones de la plata coloidal, quedando asombrados por sus beneficios para la salud humana. Conformar una lista de sus nombres y las conclusiones de sus investigaciones excede la capacidad de este sitio web, pero para quién sienta esa curiosidad, citaré algunos nombres: Henry Crookes, Larry C. Ford, Harry Margraf, Robert O. Becker, Bjorn Nordestrom y Gary Smith.
La plata coloidal se puede usar internamente (ingerida, inhalada) o externamente (apósitos, enjuagues, etc). Se muestra eficaz en el tratamiento de numerosas dolencias entre las que destacan las siguientes: acné, alergias, apendicitis, artritis, bursitis, varios tipos de tumores y verrugas, candidiasis, cistitis, cólera, colitis, infecciones otorrinolaringológicas (oídos, boca y garganta) y oftalmológicas (ojos), dermatitis y eczemas, diabetes causada por una infección, diarrea, disentería, erupciones, escarlatina, fatiga crónica, fibrosis, fiebre en general, forúnculos, gastritis y úlceras de estómago (incluso las causadas por Helicobacter Pylori), gonorrea, gripe, heridas abiertas, herpes simple, herpes zóster, inflamación de la vejiga, lepra, lupus, malaria, meningitis, mononucleosis, neumonía, neurastenia, parásitos en la sangre, pie de atleta, piorrea, pleuritis, problemas de tiroides, problemas debidos a infecciones por estreptococos y estafilococos, prostatitis, prurito anal, psoriasis, pulmonía (viral, fúngica o bacteriana), quemaduras, queratitis, resfriado común, reumatismo, rinitis, seborrea, septicemia, sida, sífilis, sinusitis, tiña, tos, toxemia, tuberculosis, etc.